Nosotros


Como empezamos

Todo lo que se necesita para ver un milagro, son los ojos de la Fé. Me propuse mirar hacia arriba, ya que abajo solo tenía un viejo carro de campaña y muchas deudas. Hoy experimento que no hay fracaso que no le abra la puerta al éxito, aceptando que la ruina como contratista rural cambió el rumbo de mi vida y de esa vieja casilla de campaña. Cuando reconozco que mis posibilidades no alcanzan pero las de Dios sobran, comprendo que esto es un milagro.

Desde el comienzo, un 15 de diciembre de 1993, nos motiva, estimula y alienta una genuina Fé y un buen lema:
Nuestra actitud da forma a nuestro futuro...


Nuestra historia

Desde esos comienzos, llenos del entusiasmo que se tiene cuando todo está por ganarse, Choripaso no ha parado de crecer paso a paso, gracias no solo a nuestro esfuerzo, sino también a la gran cantidad de clientes que nos eligen desde siempre.

En el año 1995 dado el éxito de nuestro emprendimiento abrimos nuestro primer salón con escasos 180m2, que a nuestros ojos parecían enormes. Esto nos permitió brindar un servicio más completo y sumar nuevos clientes. En la primer semana ya trabajábamos con el salón completo y 3 meses después comenzamos otra ampliación, sumando al salón 140m2 de superficie adicional.

Mientras tanto, el sistema original siguió funcionando hasta que dos tornados azotaron la zona y el carrito que nos permitió empezar quedó reducido a hierros retorcidos. Este incidente, lejos de detenernos, no hizo más que renovar nuestras fuerzas. Poco a poco nos fuimos posicionando en la preferencia del público y en 1997 se nos hizo necesario ampliar nuestra parrilla, construyendo entonces una nueva de 10 metros de largo que nos permitía responder a la creciente demanda de nuestros clientes.

Para 1998 y cada vez más consolidados sumamos nuevos servicios para nuestros clientes y construimos un pelotero cubierto. Esta iniciativa no solo nos permitió fidelizar a nuestros clientes, sino que además sumó más familias a nuestras mesas. Nuestro parque se veía cada vez poblado de árboles plantados por nosotros mismos, hecho que hoy nos genera una satisfaccción enorme. Nuestra ubicación sobre la ruta nacional 5 es un detalle que hizo que contáramos entre nuestros clientes con muchos viajantes y transportistas que nos planteaban frecuentemente su necesidad de alojamiento, insatisfecha en la zona.
Así, una vez más nuestros clientes nos motivaron a dar otro paso y en 1999 construímos 6 cabañas y un hotel que hoy es De los Robles Hotel.

Para el 2010 con una marca posicionada decidimos homenajear a nuestros orígenes y comenzamos la construcción de un nuevo carrito que esta vez se vería provisto del mejor equipamiento gastronómico. Planchas vitrocerámicas, máquina de helados automática, cafetera express italiana, entre otros elementos, hacen que hoy nuestro carrito vuelva a ser un orgullo.

Este nuevo emprendimiento nos permite ofrecer un nuevo concepto en la zona: el Fast Food Criollo, caracterizado por un sabor bien nuestro y siempre listo. Hoy, gracias a la elección de nuestros clientes, seguimos ofreciendo lo que mejor sabemos hacer: auténtico sabor argentino.